-Bueno chicos aqui les dejo un capitulo algo dramatico xD Espero que les guste y no se les olvide comentar.
Capítulo 4: Los Recuerdos
De Fernando
-Te lo voy a contar – Le dije a una muy preocupada
Carolina – Te voy a contar mi historia – Dije tratando de sofocar el dolor tan grande
que me hacíavolver a recordar esos momentos.
-Me tomo varios minutos para poder sofocar el nudo tan
grande que tenía mi cargante, para contar aquellos recuerdos que me persiguen a
diario, asechándome día y noche. Y una verdad que me destrozo el alma, trague saliva para revivir aquellos
despreciables recuerdo que me consumían.
-Todo empezó con ese día si ese día maldito. Todo parecía
tan perfecto, tan normal, nunca espere que pudiese pasar pero paso y ahora vive
en mis recuerdos, rodándome como el mal rodea a su presa. Todo era tan bello,
tan normal, tan alegre, recuerdo que ese día mi mama hizo una increíble comida
francesa y mi padre le habían dado un ascenso.
-Todo parecía tan correcto en aquel momento, que no me di
cuenta de la tormenta que se me avecinaba. Todo era felicidad mi hermana Rubícorría de nuestra madre porque no quería que la
peinara. Mi mama corría agotada detrás de ella con peine en mano, mi padre
cargo a Rubí y mi madre la tomo en brazo, y la sentó para peinarla, Rubí puso
una cara de puchero que a todos nos dio gracia, en aquel entonces que felices éramos,
todo era tan perfecto y ahora todo parece tan lejano y irreal,. Solo un dulce
sueño del cual deseara nunca despertar, la esperanza es algo que yo perdí en
aquel entonces igual que mi perspectiva de vida, eso me hizo madurar y darme
cuenta de que la vida es un asco.
-En aquel entonces mi mama propuso salir a pasear para
festejar el acenso de mi padre, lo que a todos en aquel entonces nos pareció
una buena idea, era ahora una sentencia de muerte. Una señal que paso
inadvertida de que el tiempo, de paz y de calma se había terminado. Y había
llegado la era del caos y el dolor.
-Mi madre alegremente me elegía la ropa, diciendo que el
azul cielo me favorecía. Me decía que yo era su ángel y yo estúpidamente se lo
creía, que tan equivocada estaba o tal vez no. Es cierto yo fui su ángel pero
su ángel de destrucción. Aquel ángel que destruyo sus vidas en solo un momento
de estupidez, a veces me envuelve la rabia y la desesperación, pero entonces
recuerdo que yo fui aquel que anuncio el fin. Sin tener contemplación alguna, desobedecí
y peque como nunca, si solo hubiese sabido lo que se hoy. Aquello seria otra
tonta pesadilla de la cual no se convertiría en lo que es hoy un infierno.
-Mis padres hacían su clásica escena de amor, de la cual Rubí
y Yo poníamos cara de asco. En aquel entonces era una escena desagradable para
mis ojos y ahora era un perfecto anhelo de mi corazón el verlo, y con la
amargura del imposible se quedaba en mi garganta volviéndola tan seca como el
desierto mismo, tan desolada sin aquellos rayos de esperanza. Que tanto tenía
en aquel entonces, era como si fuéramos bañados en aquellos rayos de amor y
felicidad que tanto nos brindaban alegrías, alegrías que dichosamente compartíamos
con nuestros padres.
-Mi madre al ver mi cara, me agarra y me dio
muchos besos, de los cuales yo me quejaba, mi padre hacia lo mismo con Rubí,
sisolo hubiese sabia en aquel entonces. Los hubiese aceptado dichosamente y
decirles lo que ahora siento cuando lo recuerdo. Siento que me hundo en aquella
oscuridad donde solo se encuentra, desdichas e infelicidad, donde me echan en
cara que fui yo el causante de ello.
-Todo era tan bello, tan perfecto e ideal, tan lindo y
precioso. Aquellas sonrisas eran verdaderas gemas valiosas que ahora había
perdido, todo aquello se me hacía tan lejano, sí solo, es una palabra que son
solo contiene esperanzas vacías, que te dicen a diaria que renuncies a tus
esperanzas.
-Si esos son los recuerdos más valiosos y más doloroso que
tengo, la vida no es ni será como fue, las cosas están y luego ya no, yo tuve
mi oportunidad y la perdí. Perdí a mi familia lo más hermoso que tenía y era
tan frágil, tan frágil como el cristal mismo. Tan fácil de romperse y de
herirse, en aquellos tiempos me parecía como un roble.
-Aún recuerdo la melodiosa voz de mi mama, cuando nos
cantaba, su canto era como ver a un hermoso ángel desplegar sus alas. Y nos
sentimos tan protegidos como si el ángel mismo nos cubriera con sus alas,
creando así un manto de amor y protección, a Rubí le fascinaba cantar con mama.
Mi papa siempre con una cámara grabando a lo que llamamos nosotros los luceros más
bellos. Ellas eran los luceros de la casa, tan brillante como siempre, aun
puedo recordar como reíamos cuando nos sentábamos a ver aquellos videos.
-Mi madre siempre se quejaba de que salía mal y que mi
padre no sabía grabar un video. Mi padre y yo bromeamos sobre que ese era su
mejor apariencia, a pesar de la bromas, había tanto amor y tanta ternura que no, nos dimos cuenta de aquella nube que
se acercaba tan sombría y tal malvada que amenazaba con quebrar esa ternura, y
hacer triza todo a su paso.
-Recuerdo claramente como mi mama nos regañaba, mientras
paseábamos y que los habíamos dejado atrás. Aquella travesura que tanto nos
daba gracias se convirtió en la peor pesadilla jamás vista, aquella alegría se convirtió
en lo que es ahora un profundo sufrimiento.
-A pesar de la advertencia de nuestra madre, Rubí y Yo
estábamos lejos de ellos, caminando mientras teníamos agarrados las manos y
tarareábamos una canción de cuna. Si solo les hubiese hecho caso, eso es algo
que yo ahora deseo tanto, pero no se puede, es imposible retroceder lo hecho.
-A pesar de que nuestras madre nos pedía a gritos que los esperáramos,
para cruzar la calle no le hicimos caso o mejor dicho no les hice caso, Rubí
solo me seguía porque confiaba en mí, ya que yo era el hermano mayor, que inocente
fue Rubí y que idiota fui yo, ese día le marque la vida a todos.
-Cruzamos la carretera lanzándonos al abismo, cruce
`porque no vi ningún carro. Que bobo fui que no me fije en aquel carro en
reposo, pude escuchar los gritos de angustia de mi madre, ella corría detrás de
nosotros al igual que nuestro padre, es su caras denotaban horror, miedo y
peligro. Una vez que vi sus cara borre esa sonrisa que se entraba en la mía,
ahora sus gritos y alertas se escuchaban más cercas pero de que era, que
estaban alertando no le encontraba respuesta en ese momento. Hasta que voltee y
vi el flamante carro rojo que estaba por atropellarnos, me quede inmóvil, aun
sosteniendo la mano de Rubí ajena al miedo todavía no se había dado cuenta de
que aquella escena, que nos quitaría los más valioso que teníamos, yo pensé que
este era nuestro fin, todo se veía en cámara lenta.
-Aquel momento tan horroroso, yo pensé que iba a morir.
Pero justamente antes de que nos pudiera a tropellar mi madre y padre nos
sacaron del camino. Vi en cámara lenta como mi vida se hacía trizas en un dos
por tres, lo único que pude hacer fue agarrar a Rubí y ver como a mis padres
les llegaba su fin, vi la cara de mi madres, sus ojos estaban comocristales
húmedos, unas lágrimas se le corrían de sus ojos, mientas me regalaba una dulce
sonrisa y a pesar de su sollozo, mi padre abrazo mi madre tratando de protegerla.
-Y hay me encontraba yo, mirándolos imponte si poder hacer
nada. En solo un pestañeo ocurrió todo, el carro los choco con furia, de pronto
mis ojos se nublaron, pude escuchar gritos de lamento, que desgarraban el corazón
y sollozos de profundo dolor. Era como si hubiese caído en la oscuridad, todo
iba poco a poco desapareciendo hasta que sentí que algo me cayó en la cara.
Entonces volví a al infierno, el gritaba era yo, sentí fluir mis lágrimas con
furia y dolor.
-Aquelloque me cayó en la cara se sentía pegajoso y
asqueroso, sentía como fluía en mi cara junto con mis lágrimas, si aquellas
lagrimas que me ahogaban. Levante la mano para ver que era y cuando lo mire me
di cuenta entonces que de que este era mi infierno, era sangre tan rojo y sucio,
me hacía sentir sucio y culpable. De pronto mire hacia arriba y vi como mis
padres volaban en el aire, para luego cayeron al suelo como dos muñecos sin
vida.
- Todo se a su alrededor se tiño de un rojo carmesí. El
color de las malas noticias, de la soledad y tristeza, ahora me sentía que caía
en las tinieblas, pude oír gritar a Rubídesesperadamente. Lloraba
interminablemente sin consuelo, la abrace buscando consuelo y a la vez dándole
consuelo mientras se me partí el corazón, pero Rubí se me soltó de mi abrazo y
fue a donde se encontraban mis padres.
-Yo fui tras ella y la agarre, era suficiente con lo que
había visto, ella se sacudían en mis brazos histéricamente mientras lloraba.
Entonces de la nada se escuchó un ruido, unas respiraciones ahogadas, nos dimos
la vuelta para ver que nuestros padres estaban vivos. Corrimos hacia ellos,
estaban llenos de sangre, tenían roto una cuantas cosas de su cuerpos, era tan doloroso
verlos así. Recuerdo que empecé a pedir ayuda, gritaba y gritaba mientras
lloraba, Rubí le agarra la mano mi mama y a mi papa, lloraba mientras les pedía
que no se murieran, mientras yo pedía ayuda trataba de gritar tan duro como
podía, pero el tiempo pasaba y nadie nos ayudaba. Recuerdo haberle pedido ayuda
a alguien que paso por la calle pero este solo siguió caminando.
- Puede sentir como la respiración ahogadas incrementaban,
como se les iba la vida y no podía hacer nada para evitar, mi corazón se
desgarraba por dentro del dolor y la impotencia. Todavía recuerdo con gran
dolor sus últimas palabras – Fernando – Me llamaron ellos con voz entrecortada
tratando de respirar, yo fui hacia ellos llorando – Cuidad de tu hermana y sean
felices, Los amamos – Fue lo último que dijeron y luego se nos fueron. Rubí los
sacudían mientras los llamaba a gritos, sus cuerpos ya se encontraban inmóviles
sin vida, ellos se fueron junto con nuestra felicidad, yo rompí en un llanto
incontrolable, recuerdo haber gritados varias cosas. Me sentía que moría poco a
poco, pero de pronto se escuchó un golpe y cuando vi era Rubí que se encontraba
tendida en el piso, me fui a su lado y la agarre asustado de que se fuera de mi
lado, parecía que desmayo, trate de volver a pedir ayuda pero me avía quedado
sin fuerzas, de pronto mi mundo se me nublo y eso fue lo último que supe.
-Cuando desperté en el hospital, me sentía sucio cuando
recordé, lo que había hecho. Si no hubiese sido por mí, mis padres se
encontraran vivos, ¿porque? ¿Porque? ¿Porque no les hice caso? Todo fue mi
culpa y ahora estaban muertos, seguí culpándome un rato y recordando mi dolor
hasta que me acorde de Rubí ¿Dónde está? Me pregunte preocupado mientras me comenzaba
a doler el pecho.
-En eso llegaron unos doctores preguntándome ¿cómo estaba?
Como iba a estar, no estaba para hipocresías así que les pregúnteme secamente -
¿Dónde está mi hermana? – Ellos me dijeron que la habitación de al lado,
encanto dijeron eso me fue corriendo a su habitación sin seguir escuchando lo
que me decían. Cuando entre vi a mi hermana sana y salva, hablando con una
doctora, yo inmediatamente la abrace me sentí aliviado y ese malestar en el
pecho disminuyo. Solo hasta que ella me pregunto – ¿Dónde están papa y mama? -
¿Por qué no están con nosotros? - Yo me
quede en shock. Porque Rubí dice eso, si ella vio cuando paso aquel momento
horroroso que se llevo de nuestro lado a nuestro padres – Rubí nuestro padres
están muertos – Le dije con dolor al ver su cara – No te acuerdas ellos
murieron cuando el carro los atropello y tú los viste conmigo – Continúe yo
cuando vi su cara de horror – ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! – Gritaba Rubí alterada
mientras se sostenía la cabeza con las manos, trate de calmarla pero ella se
resistía y seguía pegando gritos, entonces entraron los doctores y le dieron un
calmante.
-Los doctores después me explicaron, que por el dolor que
le causo ver a nuestros padres morir, ella bloqueo todo recuerdo de ese día. Al
siguiente día que la fui a visitarla y se encontraba perfectamente, no
recordaba lo que había pasado ayer y Rubí me volvió a preguntar dónde estaba
nuestro padres. Esta vez le dije que ellos habían muerto, si pero en un
incendio, ella lloro bastante pero por lo menos la pude consolar, tuve que
tragarme mi dolor para poder calmar el suyo.
-Cuando llego el funeral de nuestro padres, llegaron un montón
de gente, que solo me decía lo mal que se sentía que mis padres muriera. Para
después hablar mal a nuestras espalda, todo aquella personas eran unos
hipócritas que solo se sentía bien hablando mal de nuestro dolo, de la nada salió
una tía que ni conocíamos y nos dijo que se aria cargo de nosotros. En ese
momento se portó amable, nos fuimos con ella porque no teníamos ningún lugar a
donde ir, pero esa careta de buena gente se la quitó apenas tocar su casa.
-Y demostró lo que de verdad era una espantosa bruja, nos trató
como basuras, como si no fuéramos parientes de ella o con seres vivos, sino
como unos sirvientes o mejor dicho esclavos de ellos. Lo que ms molestaba no
era que me tratara así si no que tratara a Rubí también así como si ella fuera
era una esclava, a diario nos asignaba tareas de que hacer y si no las
cumplíamos nos pegaba como castigo.
-Yo siempre trataba de proteger a Rubí de esa bruja de
Lucrecia. A veces se pasa con sus castigo, cuando trataba de proteger a Rubí y
luego Rubí terminaba curándome, aún recuerdo como ella lloraba mientras me
curaba con sus pequeñas manos y me decía lo mucho que lo sentía.
-Un día cualquiera que estaba limpiando escuche a la bruja
de Lucrecia como le decía a otro tipo – Esos niños son unos estorbos, ya no los
necesito más al igual que sus padres – Dijo burlándose de nosotros – Así que
necesito que te deshagas de ellos al igual que hiciste con aquellos perdedores
de sus padres – le comento al hombre riéndose. Me llene de odio hacia ella me provocó
matarla, pero mi hermana estaba en peligro así que decidí que debíamos escapar,
tomo a mi hermana y me fui. Ella solo se llevó con ella un peluche de conejo
que le regaló a mi mama en unos de sus cumpleaños.
-Si pasamos días de hambre, de necesidad pero por lo menos
estábamos más seguros. Así como conocí – Le continúe contado a Carolina y me di
cuenta que alguien estaba llorando. De pronto sentí unas manos cálidas que me
tocaron la cara, entonces me di cuenta de que quien lloraba era yo. Carolina me
acariciaba la cara y me abrazo, luego me dijo – Ya no necesitas hablar más,
aquí estaré yo para ti y tu hermana ya no tienen que preocuparse – Me dijo
mientras me abraza y yo seguía llorando – Tu no tuviste la culpa, solo fuiste
una víctima de una desgracias y yo me encargare de cumplir con el deseo de tus
padre, serán felices, te quiero no lo olvides – Me susurro al oído dulcemente
mientras me consolaba.
Narrado: Por Carolina.
-No podía creer lo que me había contado Fernando, no podía
creer que existiera gente como esa, tan malvada que por obtener lo quieren no
les importa herir personas en el camino. Eso no se le hace a unos niños ni a
ninguna persona, eso es tan inhumano, yo lo consideraba inaceptable y me
aseguraría de que esa bruja fuera derechito a la cárcel eso estaba jurado.
-Viendo dormir a Fernando dulcemente en mis piernas. Recordé
cada una de las cosas que me había contado Fernando sentí como se me rompía el
corazón y se me aguaban los ojos. Me daba mucho coraje que unos niños tuvieran
que pasar por eso, pero yo me encargaría de hacerlos felices cueste lo que
cueste.
-Menos mal que la doctora a cargo en este turno era la
Dra. Morti y ella era un amor. No me decía nada sobre que me tenía que ir y
aparte ella pasaba des vez en cuando a chequear si yo quería algo. Y menos mal
que ella era así porque no me creí capaz de despertar a Fernandito, así le
llamaría de ahora en adelante lindo no.
-Sentí como Fernandito se movía y vi cómo habría poco a
poco sus ojos, para luego pestañar varia veces para poder acomodar sus ojos a
la luz. Bostezó y se incorporó a la silla, y me pregunto adormilado - ¿Cuánto
tiempo llevo dormido? – No mucho – le dije.
-Vi como buscaba algo hasta que lo encontré, seguí su
mirada hasta ver el reloj de que estaba en la pared. Me dio una risa como poco
a poco se le agrandaban los ojos como platos y exclamaba – ¡Son Las 12 P.M! –
¡Eh dormido 3 horas! – Me reí se vía tan mono.
Yo: No es para tanto – Le dije tratando de contener la
risa – Además es hora de irnos Fernandito – Dije mientras me paraba. Él se paró
también y me siguió esta la salida pero de pronto se paró y me miro, y yo le
pregunte - ¿Qué paso? – Ya que se había parado de golpe.
Fernando: ¿Fernandito? – Dijo con una cara todo rara y yo
me prive de la risa – Si! Ahora así te llamare – Les conteste aun riéndome. Le
tendí la mano y la cogió, y nos fuimos del hospital, después de eso lleve a
Fernandito a que se comprara ropa, zapatos y unas cuantas cosas más. Le compre
a Rubí unos hermosos listones, unas zapatillas y unos cuantos peluches.
-Después de hacer las compras nos fuimos a la casa. Al
llegar Fernandito corrió a enseñarle lo que compramos a Rubí, cuando entre a la
sala y los vi tan felices me sentí un alivio y me llene de felicidad. Me
alegraba que conservaran aun esas sonrisas a pesar de todo lo que pasaron. Mi tío
se les unió sentándose en el piso mientras Fernandito les enseñaba lo que
habíamos comprado.
-Cuando voltee y vi a Lili tomando por lo que parecía
chocolate caliente, sonreí porque se había liberado, ella me vio y rio con
suficiencia. Me acerque a ella – Así que te liberaste – Dije mientras me dejaba
caer a su lado en el mueble.
Lilian: ¡Pues si! me libere fácilmente – Dijo con
suficiente – Después de todo aprendí de la mejor – Dijo dándome un pequeño
codazo – No sé lo que tratas de decir, porque yo no te enseñe algo así – Dije
haciéndome la loca, es cierto cuando mi padre estaba muy preocupado por mí. Me
metió en una especie de entrenamiento por si me llegaban a secuestrar y ahí fue
que aprendí a como librarme de las esposas.
Lilian; ¡Sí! ¡Sí! Hazte la loca – Dijo riéndose – Bueno de
todos modos sabía que te ibas a quitar las esposas – Dije segura – ¿Y entonces
para que me esposaste? – Pues para que entretuvieras un rato – Dije riendo –
Sabes que estás loca – Me comento, del cual yo solo solté un suspiro de
casación. El cual Lili noto – ¿Así que has tenido un día duro? – Pregunto – Ni
que lo digas – Conteste – ¿Quieres? – Me pregunto mientras sostenía el vaso de
chocolate caliente, yo lo acepte y me lo tome, cuando estaba por tomar otro
sorbo le pregunte a Lili sonriendo – ¿Te
acuerdas como nos conocimos? – Ella soltó una carcajada y dijo aun riendo – ¡Claro
que sí! Como el olvidarlo -
si si siiii me ha encantadooo!!!! >.< aichhh me encantaaa como te ha quedado de verdadd!!!!! que ganas de escribir el proximo!!!! un besitoo wapisimaaa!!!
ResponderEliminarHOLA¡
ResponderEliminarMe encanto¡¡¡
LLORE MUCHO CON EL SUCESO DE FERNANDO¡
QUE TRISTE LA VERDAD.
BESOS,NADIA.
Awwwwwwwww! ME lei los capis en un plus! te quedaron genial Siria :) haber cuando hablamos ^^ Ya publiqueee :DDDD! Besitos enormes enormes :)
ResponderEliminarhermosoooooooooooooooooo
ResponderEliminarlo AME!°°°°°°°°°°°°°°
TMB te quería decir que tienes un premio en mi blog... espero que te guste... :)
Un beso
Me hiciste llorar ;'( que buena es Carolina! ayudar tanto a la gente que ni conoce y querer que Fernando y su hermana tenga una vida feliz ;) muy hermosos capitulo, en serio, me quedé sin palabras, espero que sigas escribiendo de esa maravillosa forma! cuidate, tkm. bye bye!XD
ResponderEliminarBuen capitulo muy triste. Te mando beso y extrañaba verte.
ResponderEliminarEs hermoso, me gustó mucho y me hizo llorar, por fas sigue con esta historia, ya quiero conocer a los demás personajes.
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